jueves, 2 de abril de 2009

AUSTRALIA. No quiero otro final feliz


Baz Luhrman nos vende una aventura romántica como si fuésemos un público dispuesto a aguantar sus cursilerías. Por más que se haya gastado 130 millones en dólares para producirla. Yo ya no quiero más Australia ni clásicos épicos plastificados. Le perdoné Moulin Rouge! por revolucionar la comedia musical. Sus intentos en reciclar esta película que le dio el Oscar para vaciarla en este nuevo cortometraje son un fracaso. Menos, haber grabado siete finales y elegir la más comercial. Un golpe bajo para los que exigimos decente argumento y menos huachafería.

Interminables como las anteriores, Australia cuenta una historia enclavada en la antesala de la Segunda Guerra Mundial. El rancho de una aristócrata inglesa (Nicole Kidman) corre peligro de ser usurada por los barones ingleses. Ella se unirá a un joven (Hugh Jackman) para transportar su ganado en el más peligroso y árido territorio australiano. Finalmente, TODOS LOS PERSONAJES SOBREVIVEN A LAS MILES DE BOMBAS QUE LANZAN LOS JAPONESES DESDE EL AIRE. SE ENCUENTRAN ENTRE LOS ESCOMBROS DE CASUALIDAD. Sí, Juan.

Rescatemos la intención de hacer un tributo a su país produciendo un film 100% australiano. Para hacernos una idea: el director Luhrman saltó a la fama en 1992 con El amor está en el aire. Aterrizó en la alfombra de Hollywood en 1996 con Romeo + Julieta. Su último delirio fue Moulin Rouge! Con esta última, ha terminado el género denominado por Luhrman (Gales, Australia 1962) como la trilogía de la “cortina roja”. Esta fórmula consiste en situar al público en una tragedia romántica. Ahora apuesta por la épica y Australia es una estrafalaria combinación de escenarios que crean una atmósfera irreal. Con esta última, quiere arrojarnos un maltrecho final feliz.

Confieso que cuando la ví, la adoré. Salí de la sala del cine rodeada de corazoncitos rosas imaginarios. Pero así es el amor. Conforme pasan los meses, lo que quieres te repele o a lo mejor termina ahogándote. En este tiempo de veda, me he prometido no contaminarme con este tipo de películas. Jajajá. Como si para enamorarme necesitara odiar a mi compañero de aventuras. (O a lo mejor, sí)

No te me hagas
Las bailarinas de la Belle Epoque de Moulin Rouge! han sido cambiadas por mil quinientas cabezas de ganado. Sus narraciones musicales, por la voz y el protagonismo de un niño australiano.

Color y movimiento
Se utiliza acertadamente el color sepia, los blancos, los azules y los rojos. Se han repetido fórmulas como la pareja besándose en medio de un plano medio. Para algunos, puede ser inevitable pensar en Romeo + Juliet y en Moulin Rouge! durante las más de dos horas frente de la pantalla. Hay toques de películas como Lawrence de Arabia, Cleopatra y Lo que el viento se llevó.

Banda sonora
Odio la redundante Over the rainbow. Por más que haya sido una de las más famosas de la década de los treinta. Sí, recordada por El Mago de Oz (1939), pero manoseada por grupos tan dispares como David Bowie, Leona Lewis, Eric Clapton y Placido Domingo restan originalidad a esta película.

Un punto a favor: el contenido
El equipo de Australia se ha mirado el ombligo para rodar una película en Australia con reparto australiano con un tema político de fondo: unos cien mil niños mestizos fueron robados por sus padres entre 1910 y 1970 para ser asimilados por la sociedad blanca de origen europeo.

Una agradable visión subjetiva
Es una historia contada con periódicos y letras que aparecen y desaparecen, como si fuéramos los ojos de un niño curioso. Planos que se acercan como si quisiéramos espiar a los personajes, los que aparecen y al desaparecer nos dejan los paisajes australianos, montañas y el mar.

Puede ser que su resultado se deba a la recomendación “forzosa” de 20th Century Fox en cambiar las últimas escenas. Según dicen, el personaje de Hugh Jackman habría muerto y al diablo con todo. Así que la versión en cartelera pasó a ser ahora una película “light” con tono de telenovela. Aceptémoslo. La gente no quiere ver lo mismo que en el telediario. GRABARON SIETE FINALES PARA QUEDARSE CON LA MÁS VOMITIVA.

En respuesta a la película de Luhrman, dejo este clip. ME CAGO EN EL AMOR, de Tonino Carotone...



3 comentarios:

  1. Australia tuvo una hora de más, debió acabar cuando se lo bajaron al chibolo. Eso hubiera sido todo, porque ya caía mal, sobre todo después de la parte de los toros. Luego porque no nombras a su abuelo. Es el que mejor actúa en la película, se roba todas las escenas con su pose que simula un cuatro.

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  3. Es verdad, me olvidé por completo al abuelo. Me lo debí haber comido de un bostezo a la hora de editar.Gracias por tu comentario! Lo del 4 era para datearnos la duración aproximada de la pelicula! 4

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