miércoles, 6 de mayo de 2009
Síndrome de Pinocho
miércoles, 29 de abril de 2009
¿Dónde está su coño?: la historia de Fisulina y aquel novio hermafrodita
Pero no fue totalmente sincero. Digamos que a Francesco, de pequeño, le sobraban ciertas partes.. ¿Era posible aquello? Hasta los 18, fue hombre y mujer al mism tiempo. Luego, le extirparon los órganos femeninos. Franceso era hombre; antes, un hermafrodita de lujo. Fisulina recibió el secreto de Francesco por Facebook. Fisulina atravesó el pasillo de nuestro piso. Cacareando y moviendo las alas nos lo contó. “Entonces, ¿soy lesbiana?”. Silencio. Fisulina era una chica particular, lo apropiado para recibir en un bar aquel exótico regalo de la naturaleza. Nadie se animaba a responder. No había manera de decirle, sí, Francesco parece mujer. Es que mirábamos a la pared recordando tanta mata de pelo en el pecho que sobresalía de su camiseta. En eso, cuando estábamos a punto de cambiar la conversación para hacer de la sobremesa una situación de simple seres humanos, Chani explotó con su clarísimo acento alemán: “¿Dón-de-es-tá-su-co-ño?” Fue allí cuando Fisulina viró los ojos para luego hacerlos pequeñitos y concentrarse. Érase una confundida riojana que exigía una explicación.
martes, 21 de abril de 2009
Todo Incluido
sábado, 18 de abril de 2009
Hormigas en Veda
No todas las hembras necesitamos machos. Al menos, eso ocurre con las hormigas amazónicas 'Mycocepurus smithii'. Estos inteligentes bichos son capaces de reproducirse sin ayudita. Es una especie feliz y sin sexo opuesto. Se reproducen solas. ¿Cómo? Por clonación.
Vamos a imaginarlo. Si te conviertes en una esas hormigas y sigues con ese antojo de ser madre, más te vale que seas la reina. Las reinas son las únicas que tienen descendencia. Si prefieres estar en veda y no sacrificar tu cuerpo ni tus nervios criando churumbeles, con ser obrera te vale. Serás estéril y lo mejor de todo es que serás igualita a tu reina.
Todas las hormigas de la colonia son exactas a ella. No hay razón para la envidia.
La mejor parte del asunto es que estas hormigas han encontrado alimentación aliada: comen un hongo que también es asexual. Las “M smithii” se han adaptado lo suficiente para hacer que la reina controle qué comer y que no, además de toda la casta de la colonia.
Se supone que las hembras no están sometidas a los trámites burocráticos del apareamiento. No pierden el tiempo en ello. Lo dedican de lleno a su labor recolectora. Qué bonito se siente saber que, aunque sean pequeñitas, no me siento tan sola en el mundo.
viernes, 17 de abril de 2009
Lo tienes que hacer
miércoles, 15 de abril de 2009
Solo para Señoritas
viernes, 10 de abril de 2009
Qué monos
miércoles, 8 de abril de 2009
Aquí o pallá
(((Me gustan tus besos al aire. Pude llevármelos en los rincones de mi maleta. No eres el ancla. Sí el pedacito más preciado que conservo. Ven. Ven pronto. Y trae esas tortitas con cadáver que comimos camino al sur.)))
lunes, 6 de abril de 2009
HE COMPRADO UN HOMBRE EN EL MERCADO
(Recomiendo que escuches el video mientras te cuento esto...)
Ver y escuchar a Antonia Dell´ Atte por primera vez fue una iluminación extra sensorial. Un batallón de hormigas desfilando en mis brazos. Una cabalgata de latidos en mis labios. “Yo también quiero”, pensé. Aunque sin amor, quizás lo compraría en oferta y a granel. A los otros, que me los fíen.
HE COMPRADO UN HOMBRE EN EL MERCADO era el primer verso, de voz grave, como si nos contara un chisme con cigarro en mano. Antonia compró un hombre en el mercado. Lo vistió, lo lavó. Lo negoció caro y se olvidó de pesarlo. Él la amó como un loco y ahora ella trata a su antojo. Antonia te lo cuenta en el Parc Güell en Barcelona mientras su ropa de seda noventera se desplaza con la brisa. Lo repite acariciando las teclas. No se sabe si el piano le vino de yapa. “He comprado un hombre en el mercado. Lo he observado y me ha apestado”.
Pensé que había empezado a delirar la tarde que ví un fragmento de ese video. Fue en Sé lo que hicisteis, un programa magazine amigo de lo absurdo. En la cama, jugaba a mi lado mi-tan-atractivo-amigo J. con su computadora. Sé había quedado a almorzar. Había venido para cuidarme. Yo padecía una reacción fulminante a las ostras. Con esa canción, el dolor al estómago había emigrado al cerebro.
Creo que un mercado de hombres tendría poca variedad. Al menos que estés en el Mercat de la Boquería. Me imagino ahí a miles de XY ocultando sus cositas con flores multicolores y frutas exóticas. En el mercado de Surquillo, estarían colgados cabeza abajo como pollos muertos o convertidos en pechugas deshuesadas. Las cejas gruesas de J. volvieron a observarme y a hacerme bromas sugerentes a la canción. “Vamos a comprarte uno para que te sientas mejor”.
He comprado un hombre en el mercado…
Conocí a J. en Lima hace unos meses atrás, antes de llegar a Madrid. De casualidad. En una fiesta. Yo ya lo había chequeado hace unos años. El no sabía que existía. Me lo presentaron. Yo sonreí. Él me miró bonito. Como ese miércoles, que estaba tan amarilla y marchita.
He comprado un hombre en el mercado…
Hace un par de años, hubiera pasado mi tarjeta dorada para comprarme a J. En aquellos tiempos en que lo veía caminar por los pasillos de la universidad, altísimo, con su camisa a cuadros, con esa barba espesa y esa nariz. Quizá habría comprado yo a J. en el mercado. En el de Surquillo. A sol el kilo. Sería para mí una cojinova o una chita. Sería para mí una cebolla china. Tan flaco e inofensivo, mi J.
Mi-tan-atractivo-amigo J. continuó jugando con su computadora. Disimulando no inmutarse por el pedo que se me acababa de escapar. Él no era un kilo de lentejas, ni una caja de tomates. Ya no era un guapo chico inalcanzable. Era un mortal sentado en una cama pequeñita. Sin ninguna intención, más que ver televisión conmigo. Yo, con la única intención de ver televisión con él. Yo tenía a mi lado a un verdadero amigo en Madrid y su compañía no tenía precio. Que me lo envuelvan para llevar.
¿En qué mercado o supermercado comprarías a un hombre?
jueves, 2 de abril de 2009
AUSTRALIA. No quiero otro final feliz
Baz Luhrman nos vende una aventura romántica como si fuésemos un público dispuesto a aguantar sus cursilerías. Por más que se haya gastado 130 millones en dólares para producirla. Yo ya no quiero más Australia ni clásicos épicos plastificados. Le perdoné Moulin Rouge! por revolucionar la comedia musical. Sus intentos en reciclar esta película que le dio el Oscar para vaciarla en este nuevo cortometraje son un fracaso. Menos, haber grabado siete finales y elegir la más comercial. Un golpe bajo para los que exigimos decente argumento y menos huachafería.
Rescatemos la intención de hacer un tributo a su país produciendo un film 100% australiano. Para hacernos una idea: el director Luhrman saltó a la fama en 1992 con El amor está en el aire. Aterrizó en la alfombra de Hollywood en 1996 con Romeo + Julieta. Su último delirio fue Moulin Rouge! Con esta última, ha terminado el género denominado por Luhrman (Gales, Australia 1962) como la trilogía de la “cortina roja”. Esta fórmula consiste en situar al público en una tragedia romántica. Ahora apuesta por la épica y Australia es una estrafalaria combinación de escenarios que crean una atmósfera irreal. Con esta última, quiere arrojarnos un maltrecho final feliz.
martes, 31 de marzo de 2009
El duende del botellón
Estaba escuchando música con su celular. Sí, dentro de la motito azul.
Aquí lo vemos desde más lejos.
El conductor abrió la puerta sin sorprenderse. El curioso hombrecillo intentó salir.
Pero no podía hacerlo al mismo tiempo que las botellas de agua.
domingo, 29 de marzo de 2009
¿Qué pensará Laura?
Este es una de las canciones que tarareo cuando me tomó un café en la oficina. Me encantaría una versión limeña con entusiastas parroquianos en el Parque Kennedy. ¿Alguien se anima?
Amo a Laura fue un spot publicitario de MTV en el 2006. Se dice que fue el contrataque o continuación de una campaña de la cadena, donde se exhibían cantidades de culos. El departamentop de marketing encargó la realización del video a la agencia BBDO . Nada tiene que ver la Asociación Nuevo Renacer, un ficticio grupo conservador.
Cuando fue colgado en Youtube, el video fue apoyado y difundido por el Opus Dei. Ahora tiene más de medio millón de visitas.
Pd. Si encuentras otras versiones de esta canción, yo no te dije nada. Ojo.
Barrichello, Barrichello: la fórmula para estar tranquilo
Ambos ocuparon los primeros puestos vestidos con uniformes de Brawn GP. No con el rojo Ferrari ni con Honda, sino con un equipo formado por (gracias) a la crisis económica. Es toda una historia que sería un poco aburrida si lo cuento por aquí. Pero, ¿qué hago yo hablando de Fórmula 1?
Datos interesantes uno aprende cuando inviertes el día al lado de un hombre inteligente como mi padre. La historia que me contó mi papá fue suficiente para buscar datos curiosos y meterme un poco en este tema.“Nadie apostaba por este par”, me dijo asintiendo continuamente la cabeza.
O sea, te sacas la michi entrenando, corriendo, viajando, gastando tus energías y quemando tus nervios para que te vengan a decir: “aguanta, cholo. Schumacher va primero. Ponle freno y hazte el idiota”. ¡No puede ser!
Es doloroso e indignante que te obliguen a perder frente a un público que sabe que tú eres el mejor. Barrichelo dejó ganar a Schumacher tantas veces que su “jugada” se declaró prohibida por la FIA en el 2008.
El año pasado Barrichello dejó Ferrari y entró a Honda. El fierro no le ayudó pero se sintió libre. Ahora lo veo en el podio con otro equipo. Segundo, pero transparentemente segundo. Sigo leyendo sobre Barrichello y viendo videos en Youtube. Me encantó ver su cara de satisfacción. Qué rico es respirar y estar bien consigo mismo. Un domingo por la tarde para sonreir con buena compañía y la estimulante vida de un brasileño que ya no se deja.
Queda en Familia
¡Me aburro! Sissy, minuto 10
Aplica tu técnica, Ñolsito. Mamá Mery, minuto 25
¡Gracias, chicos! Por el pobre pueblo peruano que sufre tanto. Mamá Mery en el primer gol
¡Gol que no haces, gol que te hacen! Este es mi mensaje, hija mía. Papá, minuto 50
Que le salga un uñero para que no pueda patear. Mal deseo de Mamá Mery
(Luego se retracta) No debemos desear la maldad al prójimo.
¿Por qué somos tan malos, ah? Sissy, despreocupada
sábado, 28 de marzo de 2009
YA NO SÉ QUE HACER CONMIGO
Ya he ido obligada a misa. Me he enamorado, he llorado. Fui fanática y escéptica. Fui púdica e impúdica. No he plantando café en Nicaragua pero sí árboles en Costa Rica. He visto la puesta de sol más increíble. Un paisaje de nieve y varias estrellas fugaces. He viajado 500 kilómetros a dedo y todavía me falta por escribir. Seguiría pero da igual. Esta canción habla por mí.
viernes, 27 de marzo de 2009
Las Amebas
Acabo de cenar comida chatarra con R. Estamos en condición de amebas. Es decir, somos un par de bichos, oficialmente eurcariotas (idiotas, quizá). Dicen que las amebas viven libres en el agua y en la tierra, y se caracterizan por ser cambiantes de físico o de carácter. O sea, R y yo pululamos entre me llega al pincho y la/lo quiero mucho. Y pasamos del centro de Lima a Miraflores en un pis pás. El apareamiento y las relaciones sociales nos tienen sin cuidado. Al menos, los dos somos buenos amigos por el momento.
Apoyados en la mesa, dejo que R la mencione al aire sin que se percate. Le sonríe sin que esté presente. Mi compañía en un lugar cuyos colores son todos primarios (rojo, azul y amarillo) le alivia la noche. O en parte. R me comenta un episodio sobre ELLA.
La historia me estimula y empiezo a crear suposiciones y les doy un toque divertido de dramatismo. Convierto a ELLA en una bruja y a un x en un personaje ordinario y desagradable. Disfruto degenerando hipotéticamente la situación que me cuenta y le doy mi versión exagerando mis movimientos con las manos, impostando la voz.
Yo voy vestida de rojo y hago juego con la escenografía que nos toca esa noche. Llevo un colgante naranja que parece una herida abierta en mi cuello. Me gusta ese colgante. Lo acaricio pensando en que yo no tengo de quién hablarle. Me induje amnesia.
R y yo seguimos comiendo papas fritas en nuestra condición de amebas. Nadie nos mira. Nos da placer ser insignificantes. Nos volvemos opacos para el resto con nuestras historias de desamor y coincidencias. Salimos de ahí y empezamos a caminar. Ahora echamos la culpa a los que no nos escuchan y nos reímos de los que no nos ven caminando por la avenida Larco. Hablar del pasado y deformarlo entretiene. La angustia de cambiar la situación oprime el pecho.
Las amebas se encuentran entre la vegetación en descomposición. Yo, al menos, he vivido rodeada de mierda y me he acercado a ella con deseo. Digamos también que las amebas son asexuales. Seres vivos que viven de estímulos y reacciones. R y yo somos un objeto común de estudio. ¿Por qué no sales? ¿Y fue tan fácil atracar así nomás? Llamadas, mails, mensajes de terceros son incitaciones a nuestro decidido estado de reposo.
R me deja en casa y le devuelvo su caja de puchos desde la ventana. Veo cómo la cajetilla hace una performance de caída libre y llega hasta sus manos. Dice R que no tiene una cita. Se va a visitar a otra amiga. Le hago adiós con la mano izquierda y le saco la lengua. Él se va al cine y yo me encierro en mi habitación a leer, a escribir y a desatar mis pulsiones con arte basura. Ahora le hago un poemilla a mi oveja de felpa que se llama Vaquita. Es lo único dulce que destilo. Vamos a hacer un bien a un ser que está patas arriba por problemas de identidad.
((((Tú, no estorbes aunque no lo hagas. Que VEDA también significa Voluntarios en Defensa de los Animales. Dejémoslo ahí.))))
Ojeadaza con los Ojos de Brujo
La primera vez que escuché a Ojos de Brujo fue unos meses después de haber mandado a la horca una relación larga, muy larga. Los ritmos flamenquillos y ese hip hop que parecen quejarse y protestar por lo más mínimo terminaron siendo parte de mi consuelo o la justificación de que lo que hice fuera, en caso, una decisión correcta. En esta decapitación sentimental, la única cabeza que rodó fue la mía. Digamos que la música de Ojos de Brujo me ha ayudado a cicatrizar-hipnotizar.
Este fin de semana me quedaré bailando sola esta canción. Como suelo hacerlo sobre la alfombra esperando respuestas a mi tiempo de veda. Los acordes de la guitarra española de este grupo ibérico fueron testigos de mi primer tiempo de reclusión mental cuya razón fue limpiar mis branquias. Tengo agallas y otras agallas para darme cuenta que soledad y felicidad pueden ser dos palabras compatibles.
Demos gracias a que con el cerebro derretido y el corazón fulminado las letras explosionan sin ánimo de lucro.
La canción que he elegido se llama “Todo tiende” (2006). Aunque la empecé a escuchar hace unos meses (antes de regresar a mi realidad), la letra me dejó con una O perfecta en los labios. Estés donde estés, viajes donde que te dé la gana, siempre terminarás mendigando el tiempo que te hizo falta o el que, finalmente, desperdiciaste. Ser errante y crecer por dentro, aunque tu suerte pese más que los 21 gramos de tu existencia. Es la respuesta y Ojos de Brujo sabe transmitir casi lo mismo en todas sus canciones. Le encanta hablar de las leyes de gravedad y hasta de la Murphy. Y cuánto extraño yo, maldita sea, una Murphys Irish clásica en el bar irlandés de San Bernardo.
Quien no sabe el principio del final
Una cosa es escuchar esta canción, otra quedarse pasmado viendo la animación del clip. Amo los colores y el movimiento de esos tres minutos y medio.
jueves, 26 de marzo de 2009
Vicky Cristina Barcelona RETORNO A LA ORILLA
Tras el arrebato de acercarse a lo prohibido y marearse, el hombre renuncia a su aventura y se acoge a tierra firme. A esta conclusión debió haber llegado Woody Allen (en realidad, siempre llega a la fatal premisa: el hombre aún no ha aprendido a amar). En fin.
Tiene 73 años y una esposa que es la hija adoptiva de su antigua mujer Mia Farrow. Allen casi le dobla la edad a Soon Yi, de 38 años, casi la cantidad de películas que él ha dirigido en su vida.
Luego de los éxitos de Match Point, Scoop y Cassandra´s dream, y rodar en Londres y Manhattan, Allen ha apostado de lleno en el amor con el apuro que toma grabar una película al año. Ahora Woody Allen está seducido por Barcelona, la locación que luce ese brillo turístico y que se presta para lo que viene. ¿Cómo no rodar un largometraje de pasión en una ciudad que exhibe, incólume, un falo gigante frente al mar?
Vicky, una insípida mujer republicana (recatada y sensual Rebecca Hall) y Cristina, su amiga desinhibida e inestable (uniforme y plana Scarlett Johansson) conocerán a don Juan, el típico bohemio altanero y tentador (nada sorprendente Javier Bardem), quien se convertirá en el torbellino de los deseos de ambas. Todos girarán cómodamente hasta sentir la explosión de la Carmen, una desbordada y enérgica mujer andaluza (inigualable Penélope Cruz).
Si bien Woody Allen ha declarado en el Festival de San Sebastián que esta película “ha superado todas sus expectativas”, está claro que no será recordado por Vicky Cristina Barcelona. Pero que uno de los cineastas ícono del siglo XX haya escogido este país como locación hará que sus espectadores en el mundo se sientan embriagados por una exótica España.
Vicky Cristina Barcelona es una comedia ácida y espolvoreada de pasión y morriña. Nos deja con una sonrisa que se disuelve en el desconsuelo que provoca una ilusión perdida.
Dicen que Woody Allen escuchaba las propuestas para las bandas sonoras en su auto y cuando se topó con Barcelona de Giulia y los Tellarines no se contuvo. No tenía ni puta idea de lo que decía. Da igual. Esta pieza transmite toda la suavidad que su largometraje merecía.
Gruppenzwang: el caso de una escamosa que sigue la corriente
Aquí un paréntesis. En esta aldea o autopista de la información, cualquiera pilla un par de zapatillas y corre sin importar su condición física. Quién puede lo hace y quién no se la banca. Es cuestión de aceptarse y proponer la conversión de uno mismo por una vieja chismosa que anda metiendo cuentos a los vecinos del callejón.
Es así que he decidido reciclarme, llenarme la cabeza de ruleros y comprar una escoba para ahuyentar a los gatos. Y defender, como hacen los alemanes, una palabra que ilustra en el photoshop lingüístico lo que ahora cuento: GRUPPENZWANG. Estas dos magníficas palabras que, traducidas al castellano, son una combinación mágica que ayuda a justificar todas las sandeces o reacciones sociológicas. Zwang significa “presión, obligación o cumpulsión”. Entonces, sería algo como "PRESIÓN U OBLIGACIÓN DE GRUPO" ¿No es maravilloso? Al fin y al cabo, andamos todos en manada y seguimos a la masa. Yo, una insignificante migaja.
A los trece años, empecé a escribir un diario y nadie más que yo lo ha leído. A quién le importa. A todo el mundo, quizá. Porque antes de humanos, medios monos hemos sido y dime a qué primate no respira placer a la hora de hurgar. Hasta con las orejas de su nariz, con el dedo punzante. Rebusca en los hoyitos mentales y no me hagas caso.
Sácame la lengua, lee esto comiéndote un plátano. O deseándolo. Allá tú, porque somos animales y la pluma con la que escribimos no es más una refinación a nuestra condición de bestias. Aquí habla un pez que múltiples veces mordió el anzuelo y, para conservar su especie, fomentar su proliferación y por la simple razón de que no lo jodan más, se ha puesto en veda. Pero eso, lo contará con otras mareas.
Nota aparte.
Resulta irresistible recordar cómo Michael Foucault en “Las palabras y las cosas” analiza el lenguaje y determina que existe, dentro de él, un orden que determina la estructura y evolución las palabras porque ellas, en respuesta, surgen gracias a las cosas. Uno puede bucear en el discurso y evitar ahogarse con palabras que no dan al caso y no perfilan la cosa hablada. Elijo a Ambrose Bierce, un periodista del siglo XIX, para asociar las palabras y mis cosas. De “El diccionario del Diablo” rescato algunos de los términos utilizados en mi primer post para que entiendan en detalle mis desvaríos.
Moda, s. Déspota a quien los sabios ridiculizan y obedecen.
Placer, s. La forma menos detestable del tedio.
Pluma, s. Implemento de tortura producido por un ganso, y generalmente usado por un asno. La pluma de acero es usada por el mismo eterno Personaje.
Ridículo, s. y adj. Palabra destinada a probar que la persona a quien se aplica carece de la dignidad de carácter de quien la pronuncia. Según Shaftesbury, el ridículo es la prueba de la verdad: afirmación ridícula, pues muchas solemnes falacias han sobrevivido a siglos de ridículo, sin que disminuyera su aceptación popular.
Dejo una canción de Macaco, un grupo español que me acompaña desde setiembre... Pirata de agua salada. Llego a mí por tierra firme, cuando pensé que solo con pulmones podía vivir feliz. Ilusa. El disco se llama fondo submarino, ya entenderán porqué.